sábado, julio 17, 2010

Placeres táctiles...



Ciertas cosas guardan encanto por varios motivos.

Comer maníes tiene un atractivo particular. Desde el momento en donde uno hunde la mano para encontrar al canidato a ser pelado la fiesta es toda tacto...

Escarbar, revolver, tomar uno al azar, moverlo entre los dedos, reconocer que es rugoso, áspero, la forma de la no forma...el maní es siempe una sorpresa, una que no es constante.

Entonces crack! y estalla en polvo que descubre el fruto que estamos buscando. Un rápido movimiento de dedos para descartar las cáscaras y derecho llevarlo a la boca para sentir el crujiente sabor que puede acompañar eso que estemos tomando, generalmente algo fresco.

Entonces, ver un bowl con restos de maníes no puede más que recordarme que durante el tiempo que los tuve delante mío para ser abiertos y saboreados seguramente no hice más que disfrutarlos.

Placeres que le dicen...Comer maní es uno de ellos.

1 comentario:

synkro dijo...

Creo que usted lo ha explicado mejor que nadie, son esas cosas comunes y especiales a vez como un panadero volando =)
Aunque a veces te toca el maní medio podri con gusto a tierra... pero siempre de la compañía de una buena cerveza