domingo, noviembre 09, 2008

Cosa de locos...

Indignación. Bronca. Pero qué atrevimiento! Cómo pudieron! El dueño debe estar que vuela...Y allá fuimos a hablar con Gabriel para ver que sentía ante tamaño descaro.

Gabriel estaba resignado "Y...ya está hecho. Yo sabía que nos iban a poner la competencia al lado".

Y tenía razón, al lado era bien al lado, casi pegado, como un efecto espejo!

Aclaremos. La cuadra donde vivimos es larga, muy larga y hasta el sábado pasado teníamos a la mano dos kioskos: el de good old Ricardo en una esquina y, casi llegando a la otra, el de Gabriel. Ambos dos negocios de gente muy amable, esa gente que cuando no tenés una monedita para el bondi te la da, de muy buena gana.

En fin. Ricardo no está involucrado en este inconveniente. Está tan alejado de este sin sentido que la situación no lo afecta. Pero Gabriel...Gabriel...Gabriel está en el horno!

El locutorio que tenía al lado volvió reloaded y ahora es maxikiosco, locutorio, ciber, lo que se dice un comercio multipropósito. Volvieron los RAMOS GENERALES!

Y Gabriel se quiere matar. Se ríe pero en el fondo se le nota la tristeza. Pero nosotros nada, al locutorio no volveremos a pisarlo...aunque solieran imprimirme las copias en color de último momento para la facultad. Ya no más, en serio no lo piso nunca más.

Tan sorprendidos quedamos que no pudimos evitar registrar la gran avivada. Con ustedes las imágenes para que entiendan:

En el 671 Gabriel posa resignado. Nótese las placas de mármol de la puerta del edificio que separa los dos comercios...


Y en el 675 el culpable de pertubar la paz en la cuadra...

Por lo menos tengo que reconocer que el dueño del nuevo megakiosko le puso un nombre acorde con la situación. Definitivamente sólo un loco podría embarcarse en este proyecto.