Si Summers sigue siendo el alma de la fiesta a pesar de la seriedad de su gesto y además Copeland continúa preciso, creativo y estoico no está de más que Sting pierda el pelo pero no sus mañas para los tres complacer a una platea que resultó ser un hervidero pacífico el sábado pasado en River.
Llantos para recordar. Nuevamente me convertí en catarata apenas desataron "Every little thing she does is magic"...y a saltar!
Iooo, iooo, iooo, ioooo...
Salud! Por otro regreso impecable, como el de Soda.
Iooo, iooo, iooo, ioooo...
Salud! Por otro regreso impecable, como el de Soda.
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