Placeres táctiles...

Ciertas cosas guardan encanto por varios motivos.

Comer maníes tiene un atractivo particular. Desde el momento en donde uno hunde la mano para encontrar al canidato a ser pelado la fiesta es toda tacto...

Escarbar, revolver, tomar uno al azar, moverlo entre los dedos, reconocer que es rugoso, áspero, la forma de la no forma...el maní es siempe una sorpresa, una que no es constante.

Entonces crack! y estalla en polvo que descubre el fruto que estamos buscando. Un rápido movimiento de dedos para descartar las cáscaras y derecho llevarlo a la boca para sentir el crujiente sabor que puede acompañar eso que estemos tomando, generalmente algo fresco.

Entonces, ver un bowl con restos de maníes no puede más que recordarme que durante el tiempo que los tuve delante mío para ser abiertos y saboreados seguramente no hice más que disfrutarlos.

Placeres que le dicen...Comer maní es uno de ellos.

Incómoda...

Hace días, en algunos casos meses, que me siento incómoda con cierta gente.

Traté de aclarar tantos, traté de limar asperezas, trate de charlar lo su ficiente y sin embargo nada, todo sigue como antes y me parece que va siendo tiempo de darme cuenta que a veces no hay vuelta atrás y que es mejor dejar a algunas personas en el camino y seguir adelente, cueste lo que cueste.

Nada nuevo, ya me pasó antes y sigo entera. El problema es que esta vez sí me interesa no perder lo que se construyó durante años de cariño, amistad y apoyo. Esta vez no los puedo tildar de hipócritas, de egoístas, de panqueques...esta vez tienen motivos pero yo no los entiendo, no me los explican, no se comprenden!

Entonces, voy a seguir corriéndome de a poquito pero quiero que sepan que sigo incómoda y sobre todo que no me da lo mismo, sí me duele.

Hasta que un día no moleste más. Seguro llega ese momento pero no ahora. Falta un rato largo. Lamentablemente.